Capitulo 1, ¿Quien soy?
CAPITULO. I
¡Quién soy!
TRAVIS
Miércoles 5 am.
Largos trotes.
Las calles de Málaga a esta hora son tranquilas, nada como una corrida matutina con el sol aun oculto.
Respira profundo, aspira y exhala por la nariz, 1, 2, 3 veces más.
Tanta calma, lo mejor de mis corridas y un buen metal de fondo, Metallica por su puesto, Turn the page, de las mejores.
Aun con los estragos en mi cuerpo de la reunión de anoche.
Si tan solo hubiera dormido más, con la pelea en puerta no debería malgastar mis energías, pero es imposible mantener a las nenas lejos de mí y aparte, no quiero, me gusta disfrutar de una buena mamada cada vez que la ofrecen un buen culo sexy.
La pelea no me preocupaba, sabía que mi oponente no representaba mucho riesgo, aun así, la rubia que estaba entre mis piernas anoche me mantuvo activo y tomo toda mi energía y necesito recuperarla para no darle ninguna oportunidad de ventaja a mi oponente, - ahora que lo pienso debería hablar con lucas sobre con quien peleare, debo conocerlo un poco más de él para que no me tenga en desventaja el imbécil.
Respira profundo, correré un kilómetro más, - pienso.
Respiro hondo.
Esa rubia debería irse cuanto antes, aun podía sentir sus labios carnosos sobre mi polla – Y el recordarla hizo brincar a mi polla debajo de mis pantalones de chandal ¿Y si regreso a mi departamento por una mamada matutina?, eso también seria mucha ayuda para el cardio que necesito, solo piensa, sus labio y saliva mezclada con mis flujos - sonríe con descaro ante eso – Maldición, tendré una maldita erección aquí si sigo por ese camino.– resople, es mejor que continúe corriendo, no puedo negar que me agrada la idea, pero después sería un problema para que me soltase y lo menos que quiero es que piense que tengo algún tipo de interés en ella más allá del que tuve por sus piernas y tetas anoche – Mala idea Travis – me dije y continúe mi camino.
Ya con el sol en mi espalda y a cortos trotes cerca de mi edificio, pude ver a mi vecina recogiendo el mail de su buzón, aún no he tenido el placer de hacerle una visita cordial. – sonríe
Buenos días, mm, ¿Martha? – carraspeo - ¿Cierto? – dije al cruzar. rubia con porte, altura promedio, debe estar entre sus 40 si mi experiencia no me fallaba. Buen culo y mirada de necesidad, tal vez algún día pueda visitarla con el pretexto de una taza de azúcar. – me reí para mis adentros, la sola idea de follar a mi vecina era muy caliente, y no se puede ignorar que tiene buen cuerpo y es guapa, en su juventud debió ser toda una amazona.
¡SI!… definitivo la visitaría pronto, a su esposo no creo que le moleste, ese cabron nunca estaba por lo que me había dado cuenta.
Así es. sonrió abiertamente.
Buenos días, Travis, ¿Ejercitándote tan temprano? – Le di una sonrisa y guiño al cruzar. Eso no fallaba. Su rubor subió más.
¡Travis! - gritaron cuando estaba por subir al elevador. Giré,
Buenos días, Rodolfo – contesto, aun con la respiración entrecortada. - Rodolfo es el portero del edificio de solo 4 departamento. No es que fuera un lugar lujoso o algo por el estilo pero él no tenía trabajo hace unos meses y toda su vida había sido vigilante, eso comento un día que lo encontré a las afueras de los apartamentos buscando algo que pudiera hacer para ganar dinero, no buscaba que se lo regalaran, prefería hacer algo a cambio, así que un día le ofrecí el empleo, algo en el me inspiro confianza y desee ayudarlo, ( No soy un cabron sentimental ni algo por el estilo, que quede claro.) no era como que lo otros inquilinos estaban buscando así que le di por mi cuenta un salario de medio tiempo aquí y medio tiempo en mi taller, siempre hacía falta una mano extra, sobre todo cuando tenía visitas en mi apartamento, particularmente me avisaba cuando alguna de mis invitadas se quedaban más tiempo de lo necesario. Él se encargaba de pedirles que se retiraran ya que no volvería hasta por la tarde y las hacía sentir bien diciendo que las llamaría con una sonrisa amable. – le encantaba esa mierda - Sus canas y mirada nostálgica ayudaban y le creían. ¿Qué puedo decir? es buen toque el tenerlo.
Dime, ¿Qué sucede? – comento con una ceja arriba.
Lo que sucede Joven Travis, - comento y lo vi con desaprobación.
Es Travis solamente, Rodolfo, ¿cuántas veces tengo que decirte? - comento
Si – sonríe, - Disculpa… la joven…
¿Sí? ¿Qué pasa con ella? - comento al mismo tiempo que reviso mi celular. Debo enviar un mensaje a lucas, es importante ver el video del imbécil.
Mmm… dijo que lo esperaría. No quise ser grosero y le dije que estaría bien. – comenta con una pizca de diversión. Disfrutaba hacerme pasar estos malos ratos, el muy cabron.
Lo mire atentamente solo un par de segundos antes de contestar. - ¿Es así, he? - me tome un segundo
Ok. Te diré que haremos – le digo, Rodolfo sostenía una mirada de diversión.
Subiré y en 5 minutos me llamas – lo señalo con el dedo. (No soy un cabron muy educado, les digo por si lo están pensando).
Con el pretexto que quieras Rodolfo, - comento - me desare de ella… - respire profundo.
A ver qué invento. – dije al mover mi mano arriba mientras entraba al elevador. Sonrió el muy bastardo cuando lo vi al voltear, suerte que las puertas cerraron.
ZOE
¡Buenos días! – sonrío al entrar al hospital
¿Como amanecieron, preciosas? – sonrío al ver sus rubores de vergüenza, las enfermeras ya estaban en el lugar habitual de la recepción. Con una amplia sonrisa me vieron, yo rara vez les decía que debían estar más atentas a los pacientes, como otros colegas, yo no veía la razón de molestarlas, siempre hacían su trabajo en tiempo y con buena atención, lo que considero más importante en mi opinión.
Buenos días Doctora, hoy sus pacientes están tranquilos en el ala Este, aquí tiene sus historiales - comenta la enfermera de nombre rosa, pero de cariño le decimos rosita. Una señora con semblante serio, pero por dentro era un pan de dulce, de estatura baja y mejillas rosadas.
¡Muchas gracias rosita! - continúo caminando y revisando la libreta de mis pacientes de hoy.
¿Desea que la acompañe al recorrido? – Comenta Susi (mi enfermera preferida). Siempre hemos sido compañeras y confidentes, pero también es una excelente enfermera ¡la mejor! adora a los ancianos como yo y ellos la adoran también más por su mirada angelical, esos grandes ojos azul cielo de gatito y sus trenzas rubias sobresaltan su inocencia, más por sus pecas sobre la nariz y pómulos, cualquiera de mis pacientes se sentía más que contento cuando Susi lo atendía. En ocasiones sentía que ellos disimulaban algún malestar, solo para captar la atención de su enfermera favorita.
Mientras avanzábamos, Susi como siempre comenzaba mi día con la interminable platica de su hermano, tanto a mis amigas como a ella, piensan que necesito salir con alguien, no comprendo que les hace pensar eso, mi vida es cómoda como esta.
Ok, ¡Si! admito que necesito salir y conocer más gente, tal vez alguien solo para mí, pero… después de mi última experiencia, no me quedaron muchas ganas por así decirlo, Nada mejor como salir a tomar un trago con mis amigas y platicar sin tener un perro que me ladre o me moleste x que no contesto mis mensajes, no soy buena con los chicos. Toda mi vida había sido a la que menos veían, la chica de grandes caderas y busto, eso lo odiaba y prefería usar mi ropa holgada, eso hacía que los hombres no se fijaran en mí, por lo tanto, siempre mantenía mi burbuja segura pero mis amigas me decían que ya era hora de romper esa burbuja, y ellas se referían a que me decidiera sobre todo en la atención muy particular de mi pequeña “burbuja” bueno…. Ha perder mi virginidad, se burlaban de mí – malditas – No entiendan como una profesional, medica (residente, pero la mejor en mi defensa) de 23 años y aun virgen, pero ellas siempre lo habían tenido fácil, para mí no fue como que era la fácil o la popular con los hombres, siempre fui la típica amiga incondicional, la fiestera, a la que le llamabas cuando caías preso, esa soy yo o era hasta que termine de desarrollarme. Era más común tener más amigos en lugar de amigas, me sorprendía mucho que aun conservara a mis 4 amigas de infancia, bueno... 5 porque Aníbal aun que es hombre, es uno más de nosotras, él incluso tenía más hombre en su lista y en su cama que el resto de nosotras.
Solo el pensamiento me hizo sonreír con fuerza, Susi no pudo evitar verme de reojo confundida.
Oh, Susi. No me veas así, te estoy poniendo atención, es solo que siempre hablamos de tu hermano y es un poco abrumador que insistas en que lo conozca. - logro decir
No insistiría tanto, si supiera que él es un idiota y tu una interesada, pero sé que los 2 serían perfecto el uno del otro. No pierdo la esperanza que vengas con nosotros a comer, por favor de que si… - Susi me contesta
Ok, lo pensare y te digo, primero veamos cómo van los pacientes y luego vemos, - le dije mientras caminábamos por el pasillo llegando a la puerta del ala Este – ¿Continuamos después Susi? – pregunte,
Claro, vamos – sonrió y fue el fin de hoy con su plática. Por fin…
Susi y yo hemos sido compañeras desde la carrera y ahora podíamos estar haciendo nuestra residencia juntas, realmente era algo que me gustaba mucho de mi trabajo, no tenía problemas con socializar, sin embargo eran pocas las personas que realmente apreciaba y Susi definitivamente era una de ellas y me encantaba nuestras platicas diarias, sobre todo cuando intentaba llamar mi atención con el tema de su hermano, él en realidad no era feo por lo que había visto en fotos pero no me lograba atrapar como para querer tener una relación con él y mucho menos querer perderlo con él. (hablo de mi burbuja)
jumm, jumm – carraspeo Susi.
Si, Susi, - contesto, ya habíamos terminado el turno y sabía que significaba ese sonido que salía de su garganta.
¿Algo en tu garganta te molesta, te pica o quieres llamar mi atención? – le digo con una sonrisa, continúo caminando a la recepción – Gracias rosita, te veo mañana – digo al entregar los historiales de mis citas de hoy.
Mientras caminamos al vestidor pregunto – ¿Dime a donde vamos a ir a comer? – Susi se alegra y brinca como una niña de pequeña, no puedo evitar sonreír, en verdad quiero mucho a mi amiga.
Veras que no te vas a arrepentir de ir a comer con nosotros, ¡Te va a encantar Eduardo! – sonríe ampliamente mientras nos cambiamos. Los vestidores, ya a esta hora están despejados, la mayoría de los Médicos siempre salen puntual de su turno a diferencia de nosotras, prefiero siempre irme hasta ver a el último de mis pacientes que tengo registrado, es un respeto antes que nada por ellos.
Sonreí por su cara de sorpresa, aun cuando mi cabeza tenía otras cosas en mente podía poner atención a las conversaciones a mi alrededor, siempre lograba captar varias conversaciones a la vez, creo que eso era debido a mi profesión, siempre era importante estar al tanto de todo.
No prometo nada Susi, comencemos por solo salir a comer los 3, ¿va? – comento
Ok, prometo no comentar nada, sabes que solo quiero que salgas, te diviertas y ya sabes – me guiña el ojo con su sonrisa perversa/inocente sello registrado de Susi casas.
Susi, es tu hermano de quien hablamos, - rio abiertamente – no puedo creer que estés vendiendo a tu hermano. Eres única amiga – sonrió
Cuando decidí ser Geriatra, muchos no estaban de acuerdo, pero yo estaba más que contenta con mi decisión, nada me hacía más feliz. Habiendo crecido con mis abuelos, siempre tuve un interés particular por el bienestar de ellos, después de todo seguían siendo lo mejor en mi vida, odiaba estar lejos de ellos, pero me aseguraba hablar con ellos por teléfono 1 vez al día y visitarlos 1 vez por mes.
Travis
¡Hola papa! – saluda lucas a Travis en la entrada del Gimnasio.
¿Como te va cabron? – al pasar por la recepción ve la morena de larga melena con quien Sali la semana pasada.
¿Qué tal tu noche, he? Te perdiste – sabía que no era una pregunta, era más una afirmación, lucas me conocía muy bien, era una de las personas más leales que había conocido hasta el momento.
Me conoces, sabes que no puedo resistir una invitación así, - sonrió – pero si buscas detalles tendrás que espera más, hoy vengo decidido a concentrarme en la pelea y que revisemos al imbécil que cree que puede vencerme. – comento mientras caminamos a la jaula.
Entrena varios movimientos tácticos con Lucas y 30 minutos después se une un joven que no había visto antes, pero reconoce que es ágil y fuerte, aunque no tanto como el, eso era muy claro y agradece el apoyo, siempre luchar con un nuevo prospecto parecía interesante.
Varias patas, llaves, golpes altos y bajos durante hora y media. Después de ese tiempo decide salir de la jaula, las pesas parecían buena idea para la siguiente hora, lucas y el joven se quedarían un rato más dentro de la jaula.
Ahora era momento de ver varios videos, concentrarse y ver a su próximo contrincante.
Se limpia el sudor y pone su IPad con los videos de las peleas más recientes del peleador que le apodan El Marro, un boxeador callejero, grande, con pinta de pandillero (nada que no hubiera visto antes) si creía que se vería más temible contra el por unos cuantos tatuajes en su cara, estaba muy equivocado, esperaba ver la cara de El Marro cuando se enfrentaran, su cuerpo era todo un ejemplo del arte del tatuaje, algo que ayudaba a su apariencia ruda, un Cabron hecho y derecho con el que no debías jugar dentro de la jaula, Travis se había encargado de hacer crecer esa reputación entre las peleas legales y clandestinas.
Sobre todo, porque a las peleas que asistía en su mayoría siempre eran clandestinas, algo que también tomaba en cuenta es que las apuestas son siempre parte principal del espectáculo y en este momento estaban 60/40 a favor de Travis, pero la reputación de El Marro es clara en las calles y es por eso por lo que lo convierte en un oponente que no debe ser tomado a la ligera.
Los videos seguían corriendo, podía ver varias peleas de su estilo (sangrientas) dentro de la jaula. No me equivoco en pensar que El marro no es un peleador sencillo, pero, aun así, el perderá y yo ganare.
Un golpe en la quijada y el peleador que se enfrentó a El Marro, cae knockeado, y el público revienta… - será un pelea interesante - pensó
Gritos de euforia, gritos de furia, gritos que llenan la jaula…
Corre Travis, corre lo más rápido que puedas….
Recordó la noche que su vida cambio, uno de los momentos que siempre vivirán en su mente, ya han pasado varios años y aun no puede dejar el pasado de atrás.
Travis… Travis…
¡Ey! Travis, ¿no me oyes cabron? – lucas comenta tocando el hombro de su amigo.
¿Qué paso?... ¿Me estabas llamando? – lucas ve fijamente a Travis, algo lo había distraído era muy claro.
Si, ¿dónde estabas? – comenta lucas – te he llamado varias veces.
Perdón… estaba concentrado en el video – carraspea
Muy bien, oye mira, quiero presentarte formalmente a mi amigo Eduardo – le da su mano con firmeza y sonríe sinceramente.
Lo conocí hace un par de semanas aquí y hoy lo invité, está interesado en entrenar – comenta lucas
Excelente, Eduardo – contesta Travis
Gracias por la invitación Lucas, aquí andaremos. Una disculpa, pero tengo que dejarlos, quede de salir a comer con mi hermana y una amiga – comenta despidiéndose, viendo su reloj.
Claro, nos estaremos viendo – Travis lo despide.
Gracias Lucas, te veo mañana – se despide
Oye, ¿estás bien? – pregunta de nuevo aun desconcertado Lucas por Travis.
Si, estoy bien, deja de ser una niñita, solo estaba concentrado en la pelea – sonríe – vámonos ya, tengo cosas que hacer en el taller.